El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres, fecha que recuerda el femicidio de las hermanas Mirabal, “Las Mariposas”, Patria, Minerva y María Teresa, en manos de la dictadura militar de Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana.
Décadas después, durante el 1er Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe, celebrado en Bogotá (1981, Colombia) se declaró el 25 de noviembre como el Día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer para propiciar que la lucha contra las múltiples violencias por motivos de género estuviese en las agendas feministas y políticas de los diferentes estados latinoamericanos y se traduzcan en legislaciones para la sensibilización, prevención y sanción de estas violencias. Por este motivo esta fecha se ha convertido en un día clave para los feminismos latinoamericanos.
Este año en la Argentina desde el colectivo Ni una Menos nuevamente convocaron para el Lunes 25 a una movilización a Plaza de Mayo, el objetivo central será, una vez más, sensibilizar y reclamar políticas públicas para erradicar la violencia que se ejerce sobre las mujeres alrededor del mundo, pero fundamentalmente en el país donde el gobierno de Javier Milei, desde su asunción hace casi un año propicio el desmantelamiento y desfinanciamiento de áreas, políticas y programas que abordan problemáticas vinculadas a mujeres y disidencias como la violencia por razones de género.
No obstante, La Libertad Avanza al frente del gobierno nacional, fue un paso más allá a través del propiciar el avance, liso y llano, de la violencia institucional que hoy se materializan a través del negacionismo pero también a través de actos, discursos, omisiones, normativas o como señalamos anteriormente, la inacción que no solo perpetúa la desigualdad de género y la desprotección de las mujeres y disidencias, sino que abiertamente refuerzan y perpetúan estructuras patriarcales en post de la sumisión de las mujeres.
No es casualidad que recientemente, Argentina fue el único país de las Naciones Unidas que votó en contra una Resolución de la Asamblea General sobre la prevención y eliminación de todas las formas de violencia contra mujeres y niñas y que una semana antes rechazó la resolución sobre derechos de los pueblos indígenas.
Dentro de este marco general, señala el Observatorio Mumalá con asiento en 20 provincias de la Argentina, la forma más extrema de violencia de género continúa siendo el femicidio que desde el 1 de enero al 30 de octubre de 2024 se cobró la vida de 212 mujeres y personas con identidades feminizadas, 1 cada 37 horas.
Nuevos focos de organización
El desarme de las políticas de género, por ejemplo, paralizaron la compra de insumos esenciales para el acceso a la interrupción voluntaria y legal del embarazo (IVE/ILE) lo cual provocó que en lo que va del año, según información suministrada por el Ministerio de Salud de la Nación, no se entreguen insumos a las provincias para garantizar el derecho lo que dejo en manos de las voluntades políticas provinciales la decisión de comprar los insumos como es el caso de la provincia de Jujuy cuyos funcionarios del Ministerio de Salud aseguran que “los insumos se están comprando” pero no brindan información precisa y contrastable de esa acción.
Igualmente está más latente que nunca la amenaza de quita de derechos que ya se materializan en proyectos de ley por parte del parte del oficialismo nacional que proponen, por ejemplo, reformas significativas en la Ley de Identidad de Género que regula el procedimiento de rectificación registral del género y el cambio de nombre de pila e imagen en el Documento Nacional de Identidad.
Pero, además, los ataques del gobierno nacional están dirigidos a la modificación de fibras sensibles de nuestra identidad nacional, tal es el caso de la avanzada contra la Universidad Pública que en nuestro país no solo representa un símbolo de prestigio y movilidad social, sino que, en el caso de las mujeres, señala la Secretaría de Políticas Universitarias en un informe sobre Mujeres en el Sistema Universitario Argentino, son mayoría en el estudiantado universitario, tanto en pregrado, grado y posgrado. En 2021, señala el informe, las mujeres representaron el 62,6% de los ingresantes, el 61,2% de los estudiantes y el 63,5% de las graduadas. En cuanto a las carreras, las mujeres son mayoría en: Idiomas (82%), Ciencias de la salud (76%), Ciencias sociales (72%).
De esta manera, y , a pesar de los reconocidos retrocesos en materia de organización del feminismo y el movimiento de mujeres de los últimos años producto de haber bajado la guardia por, si se quiere, haber confiado en que los consensos con los gobiernos de turno eran sagrados, cosa que el actual contexto refutó, la crisis que se vive ha logrado que las mujeres, sobre todo las no organizadas, emerjan en nuevos espacios de organización como las asambleas universitarias, los sindicatos, comisiones internas en sus lugares de trabajo y muchos otros espacios, haciendo frente no solo al ajuste y desguace del Estado sino también levantando reclamos propios de las mujeres y disidencias.
En Jujuy, el 37° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries realizado en el mes de octubre, fue el escenario donde se pudo conocer la realidad de como las mujeres enfrentan el atropello por parte del estado provincial que propicia el saqueo de los recursos naturales, pero además se compartieron experiencias de como las mujeres se convirtieron en una férrea oposición a las políticas represivas del estado provincial además de la lucha y organización que desde hace años el activismo feminista sostiene por la declaración de una Ley de Emergencia en Violencia de Genero que se sustenta en que, en lo que va del año, cuatro mujeres fueron víctimas de femicidio.
También se pudo conocer la realidad de aquellas experiencias de organización que se oponen y activan contra la planificación de la miseria y la pobreza que en la provincia golpean con mayor crudeza a las mujeres y disidencias.
De la misma manera, numerosas mujeres en Jujuy, que hicieron durante este encuentro su primera experiencia de participación y discusión alrededor de sus realidades y derechos, a continuación, trasladaron ese entusiasmo a espacios como la universidad donde de la mano de la lucha universitaria están configurando experiencias propias de organización por sus derechos, pero fundamentalmente de acompañamiento y sostenimiento ante el impacto de las políticas de la crueldad del gobierno nacional y provincial. La misma experiencia se repite en espacios sindicales donde por primera vez las mujeres comienzan a tener experiencias de discusión y organización.
25N en Jujuy
Para la Multisectorial de Mujeres se trata de un momento particular en el país donde no solo están desatados los discursos y las políticas de odio por parte del propio estado, sino que atreves de ellos nos matan. Discursos que, según Mariana Vargas, referente de esta organización, están empoderando y liberando los odios y la misoginia en la sociedad en todo el país y en cuanto Jujuy dando continuidad a las acciones de un estado provincial represor que pretende amedrentar la lucha con cárcel. Por esta razón convocaron a marchar el lunes 25 a las 17 horas en Plaza Belgrano. “Convocamos a todo el movimiento de mujeres a que salga a la calle porque a nosotras nos cuesta la vida”.