El embarazo no intencional en la adolescencia es una problemática que genera inequidades sociales y de género, además de afectar la salud integral y la vida de niñas y adolescentes. Con el objetivo de prevenir, detectar, atender y abordarlas en el país, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Argentina lanza la propuesta “Llegar a Cero”.
La iniciativa desarrolla su primera etapa en la provincia de Jujuy en alianza con FUSA Asociación Civil, en asociación con el Consejo Provincial de Mujeres, Igualdad y Diversidades, y la Dirección Provincial de Maternidad, Infancia y Adolescencia del Ministerio de Salud local.
El embarazo no intencional es una problemática compleja y con múltiples dimensiones. La iniciativa lo trabaja contemplando las uniones tempranas, el abuso sexual infantil y la violencia sexual, que suelen ser invisibilizadas y poco estudiadas a pesar de la gravedad que conllevan:
El Censo del 2022 registró 90.506 adolescentes entre 14 y 19 años con al menos un hijo/a.
En 2019, se estimó que en Argentina se destinaban 140 millones de dólares a la atención del embarazo en la adolescencia, que podrían haber sido reinvertidos en su prevención. (UNFPA, 2020)
El 4,7% de las niñas y adolescentes se casaron o unieron antes de los 18 años, esto equivale a 132.398 niñas (CNPHV, 2010).
Según el informe elaborado por el Programa Víctimas contra las Violencias (2020 – 2021), se incrementaron notablemente las consultas por violencia realizadas por niñas y adolescentes, siendo 5 de cada 10 consultas provenientes de este grupo etario. El mayor porcentaje se concentra entre los 12 y los 17 años, y el ámbito más frecuente en el que sufren estas violencias es el hogar.
El embarazo no intencional en la adolescencia requiere de un abordaje interdisciplinario que involucre no solo a las adolescencias y sus familias, sino también a educadores, organismos de protección de derechos y equipos de salud, asociaciones civiles, así como los distintos gobiernos y decisores políticos.
En ese sentido, Llegar a Cero trabaja en el fortalecimiento de programas y servicios, la transformación de normas sociales y de género y la abogacía y diálogo político, destinado al trabajo con tomadores de decisión y autoridades gubernamentales.
El proyecto comenzó a implementarse en Jujuy, una provincia estratégica, con la que se vienen desarrollando distintos proyectos en conjunto y que presenta un alto índice de embarazo no intencional en la adolescencia, que viene registrando un descenso en los últimos años. La provincia, -de 779.212 habitantes- presenta una amplia diversidad de regiones, tanto urbanas como rurales, y población heterogénea, por lo que para el inicio se seleccionaron a las localidades de San Salvador de Jujuy y Libertador General San Martín (Departamento Ledesma).
Esta iniciativa ya llevó adelante sus primeras acciones y se han realizado cuatro mesas de trabajo destinadas a fortalecer las rutas institucionales para el abordaje de estas temáticas. A su vez, se hizo un taller de sensibilización sobre perspectiva de género y derechos y otro sobre embarazos no intencionales en la adolescencia -donde también se abordaron los embarazos forzados vinculados a matrimonios y uniones tempranas-, que contaron con la participación de equipos de salud, educación y organismos de protección de derechos de infancias y adolescencias; mientras que también hubo algunos espacios destinados a la comunidad, y otros a adolescentes, para promover la participación activa y el intercambio de saberes.
Los antecedentes del trabajo realizado presentan logros y desafíos para continuar trabajando para que niñas y adolescentes accedan a sus derechos sexuales y reproductivos, y puedan tener una vida libre de violencias, a través del diseño de intervenciones que contemplen sus necesidades.
Acerca de UNFPA
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) es un organismo de cooperación internacional para el desarrollo que trabaja para que cada embarazo sea deseado, cada parto sea sin riesgos y cada joven alcance su pleno desarrollo. Su compromiso está puesto en alcanzar los tres ceros: cero necesidades insatisfechas de planificación familiar, cero muertes maternas evitables, y cero prácticas nocivas y violencia de género.
